martes, 31 de marzo de 2015

Los corazones parados también sirven para ser trasplantados

En la donación de órganos hay una constante que, en mayor o menor medida, se repite en todos los países: siempre hay más demanda (pacientes necesitados de una intervención) que oferta (donantes). De ahí los esfuerzos por buscar nuevas soluciones que permitan aumentar el número de riñones, pulmones o corazones disponibles. Una muestra de ello es la vía elegida por el hospital de Papworth (Cambridge, Reino Unido) que ha anunciado el trasplante de un corazón obtenido después de que el donante muriera por parada cardiaca. Hasta ahora, estos órganos no se consideraban aptos para trasplante y los cirujanos los desechaban. El centro sanitario británico estima que este procedimiento puede incrementar un 25% el número de corazones disponibles.
“Había alguna pequeña experiencia previa, pero es una técnica novedosa”, relata Rafael Matesanz, responsable de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). “Es prometedor e interesante”, añade.
Hasta ahora, los corazones para trasplante se extraen de pacientes en muerte cerebral, con el corazón en pleno funcionamiento.
De los donantes a corazón parado —como se les conoce en la jerga— se pueden obtener otros órganos (riñones, pulmones, hígado), pero no el corazón. En este caso hay dos grupos diferenciados de pacientes. Uno de ellos son las personas que mueren por un fallo cardiaco, como puede ser un infarto, por lo que el corazón es irrecuperable ya que se daña al quedarse sin riego.
Hay un segundo grupo de enfermos, que se encuentran controlados en un entorno hospitalario, que, por ejemplo, después de haber sufrido un traumatismo craneoencefálico, tienen un pronóstico fatal pero no cumplen las condiciones de la muerte cerebral. Una vez descartada su supervivencia, cuando la familia lo permite, se procede a retirar las medidas de soporte vital y, tras certificar la muerte por parada cardiaca, se accede a los órganos para donarlos.Es en este conjunto de pacientes en el que se podría aprovechar, además de los órganos abdominales, también el corazón. “No son muchos, aunque cada vez hay más casos de este tipo, lo que hace esta técnica aún más interesante como vía de expansión”, explica Matesanz.
En los dos primeros meses de 2015 las cifras de estos donantes se han multiplicado por cinco (han pasado de 7 a 35, de un total de 1.682 donantes que hubo en España en 2014, país líder de trasplantes en el mundo). “De ahí la importancia conceptual de este asunto”, apunta.
Ha habido alguna experiencia previa. De hecho, en los primeros injertos cardiacos que se practicaron en la década de 1960 se recurrió a donantes a corazón parado. “No se manejaba aún el concepto de muerte cerebral, ni estaba contemplada por la ley, por lo que necesariamente había que esperar a que el corazón dejara de funcionar [para certificar el fallecimiento]”, relata el director de la ONT.

En 2008 se retomó la idea de forma experimental aplicada al trasplante infantil por parte del hospital pediátrico de Denver (EE UU). El año pasado hubo otro precedente —un paciente en el St Vincent's Hospital de Sídney (Australia)— que ha sido refrendado ahora por el enfermo británico, al usar en ambos casos un novedoso equipo de perfusión y monitorización extracorpórea que cuida y mantiene al corazón vivo hasta el trasplante, y ofrece mejores resultados. La técnica consiste en devolver el latido al paciente fallecido mediante choque eléctrico cinco minutos después de su muerte. Durante 50 minutos se monitoriza y se mantiene el riego con sangre y nutrientes, tanto del corazón como de otros órganos vitales. Pasado este tiempo, el órgano se extrae y se transfiere a un dispositivo que permite mantener intacta toda su actividad fisiológica y metabólica. Al cabo de tres horas de esta particular puesta a punto, el corazón se injertó en el paciente, Huseyin Ulucan, un londinense de 60 años, víctima de un ataque cardiaco en 2008, y que se recupera satisfactoriamente.

viernes, 20 de marzo de 2015

El alzhéimer en el síndrome de down

El alzhéimer  y el síndrome de down caminan de la mano. En el cromosoma 21, cuya copia doble origina el down, está también el gen que produce la proteína amiloide, característica de la enfermedad de alzhéimer. Prácticamente el 100% de las personas que padecen el trastorno genético presentan lesiones patológicas de este tipo de demencia a los 40 años y alrededor del 80% de ellos desarrollan la enfermedad degenerativa clínicamente a partir de los 60. “La longevidad de las personas con down, que pasaron de tener una esperanza de vida de 20 años a 60, ha dado lugar a que se exprese la enfermedad de alzheimer en personas que tienen de base una discapacidad”, explica el director del servicio de neurología del hospital de Sant Pau, el doctor Rafael Blesa.
La fuerte vinculación entre el trastorno genético y la dolencia neurodegenerativa ha provocado que los médicos del Sant Pau y los responsables de la Fundación Catalana de Síndrome de Down se diesen la mano para abordar la atención de esta dolencia en un nicho de población muy específico y potenciar la detección precoz. “Todo esto es nuevo y hay que estudiarlo porque los biomarcadores que tenemos ahora, como los que empleamos para mirar si hay amiloide en el cerebro, se han desarrollado en los últimos cinco o 10 años. Todavía no hay experiencia ni resultados en el mundo para saber qué está ocurriendo con los pacientes con down, cuándo empiezan realmente la enfermedad y a qué se debe”, explica Blesa
De ahí que las medidas tomadas por ambas instituciones pasen por crear una unidad específica para abordar el alzhéimer en el colectivo con síndrome de down y convertir al Sant Pau en un centro de referencia para atender a estos pacientes y especializarse en la vinculación entre ambas dolencias. “Hay una constatación de que ahora este es un gran problema nuevo que se nos presenta y el bagaje que tenemos a nivel europeo en investigación a través de biomarcadores , nos permitirá integrar también a todos los pacientes con down y unir el aspecto asistencial con la investigación”, señala el neurólogo del Sant Pau.
El acuerdo de colaboración consiste en que la Fundación Catalana de Síndrome de Down (SCSD), que es la más grande del mundo con un registro de 2.500 personas, se encargará de la asistencia primaria y la detección precoz a través de un seguimiento de los pacientes mayores de 18 años —tardarán unos cinco años en realizar las visitas basales a los 1.500 adultos censados—. Si los médicos de la FCSD detectan lesiones de la enfermedad degenerativa, derivarán su caso a la unidad específica del Sant Pau, que se encargará de evaluar su situación y asistirles. Blesa calcula que atenderán unos 400 pacientes con síndrome de down al año.
Según los neurólogos del Sant Pau, una patología de base como el síndrome de down, adelanta unos 20 años el desarrollo de la enfermedad y aumenta la posibilidad de sufrir epilepsia con más frecuencia. Por ello, insisten los facultativos, la detección precoz es vital para abordar integralmente la dolencia.
Con todo, y pese a los datos científicos, la directora de la FCSD, Katy Trias, pide no caer en el alarmismo e insiste en que la unidad funcional trabajará para combatir la enfermedad a través de la investigación y la detección precoz. Tanto Trias como el doctor Blesa coinciden también en la necesidad de “prepararse” para lo que se avecina, ya que los cuidadores de las personas con síndrome de down suelen ser los padres y, cuando los pacientes cumplan 60 años, sus cuidadores ya rozarán los 80 o 90 años, por lo que no estarán en disposición de atenderlos. “Es necesario crear una red de soporte integral del tratamiento para atender a las personas que padezcan down y alzhéimer”, explican.

jueves, 19 de marzo de 2015

tomar hasta cuatro cafés diarios reduce el riesgo de infartos, según un estudio

Tomar entre tres y cuatro tazas de café al día podría reducir el riesgo de infarto por obstrucción arterial, según un estudio realizado por científicos surcoreanos entre población local y publicado en la revista especializada británica Heart. El equipo de científicos, perteneciente al hospital Kangbuk Samsung en Seúl, concluyó que una cantidad moderada de café reduce la presencia de calcio en las arteria cornarias, un elemento considerado responsable de la ateroesclerosis.
Los científicos apuntaron, no obstante, que serán necesarias más investigaciones para confirmar lo expuesto y determinar la explicación biológica de los supuestos efectos del café a la hora de prevenir la obstrucción de las arterias. La investigación se realizó sobre una muestra de más de 25.000 hombres y mujeres surcoreanos con una edad promedio de 21 años y sin síntomas de enfermedades cardiovasculares.
La ateroescleosis, consistente en la acumulación de lípidos en la pared vascular, puede causar el estrechamiento y endurecimiento de las arterias, lo que forma peligrosos coágulos de sangre capaces en última instancia de desencadenar un derrame cerebral o un infarto. Así, el ratio de calcio en las arterias de quienes beben entre tres y cuatro tazas de café al día es un 10 por ciento menor que en el caso de las personas que toman entre una y tres tazas y casi un 20 por ciento más bajo en comparación a quienes beben menos de una, según el estudio de los surcoreanos.

"Las evidencias sugieren que el consumo de café podría mantener una relación inversa con el riesgo de enfermedades cardiovasculares", según las conclusiones del informe publicado en la revista británica. Expertos han advertido, en todo caso, que el estudio se ha llevado a cabo en Corea del Sur, país con una dieta diferente a la de los otros, por lo que los resultados podrían no ser extrapolables a otros lugares del planeta.

    Encuentran un fósil de ballena picuda en el interior de Kenia

    Paleontólogos han encontrado el fósil de una ballena picuda de hace 17 millones de años en el interior de Kenia. El hallazgo, sin precedentes en África, permite acotar cuando comenzó la misteriosa elevación tectónica del África oriental.El fósil fue descubierto 740 km tierra adentro a una altura de 620 metros en una región desértica de Kenia, dijo el paleontólogo de vertebrados Louis L. Jacobs, de la Universidad Metodista del Sur, Dallas.En el momento en que la ballena estaba viva, estaba nadando lejos de la costa hasta un río con un gradiente bajo que oscilaba entre 24 y 37 metros, a lo largo de más de 600 a 900 kilómetros, dijo Jacobs, co-autor del estudio.El estudio, publicado en Proceedings, ofrece la primera restricción temporal en el inicio de la elevación de terreno de África Oriental desde el nivel cercano al del mar.
    "La ballena quedó varada río arriba en un momento en que el este de África se encontraba al nivel del mar y estaba cubierta de bosques y selvas", dijo Jacobs. "A medida que esa parte del continente se levantó, hizo que el clima se hiciera más seco. Así, a lo largo de millones de años, el bosque dio paso a pastizale, los primates evolucionaron para adaptarse a las praderas y ahí fue cuando -dando paso a la evolución humana - los primates comenzaron a caminar erguidos".
    Identificado como un zífido Turkana, la ballena habría vivido en el océano abierto, al igual que sus primas modernas picudas. Los zífidos, uno de los principales depredadores del océano, son los mamíferos que respiran aire con mayor capacidad de buceo profundo, hasta los 3.000 metros, para alimentarse, principalmente de calamares.
    En contraste con la mayoría de los fósiles de ballenas, que han sido descubiertos en rocas marinas, la ballena varada de Kenia fue encontrado en depósitos fluviales. El antiguo gran río Anza fluía en dirección sureste, hasta el Océano Índico. La ballena, probablemente desorientada, nadaba en el río y no podía cambiar su curso, continuando así el interior."No sueles encontrar ballenas tan lejos tierra adentro", dijo Jacobs. "Muchos de los fósiles de ballenas picudas conocidos son dragados por los pescadores desde el fondo del mar". La determinación de la antigua elevación de la tierra es muy difícil, pero la ballena proporciona la estimación de un nivel cercano al del mar.

      miércoles, 18 de marzo de 2015

        El Observatorio Paranal situado en Chile ha logrado captar una nueva imagen de la constelación austral de Ara ("El Altar"), ubicada a 4 mil años luz de la Tierra, la vista "más detallada" de esta parte del cielo obtenida hasta el momento. 
      Según informó en un comunicado el Observatorio Europeo Austral (ESO), para reconstruir la imagen completa fueron necesarias 500 fotos individuales con un tiempo de exposición total superior a las 56 horas.
       Fueron tomadas con cuatro filtros de diferente color a través del telescopio de rastreo VLT ("Very large telescope"), con el que la ESO cuenta en el Observatorio Paranal de Chile. 
      En el centro de la imagen se ve un cúmulo abierto -denominado NGC 6193- que contiene alrededor de treinta estrellas brillantes y da forma al corazón de la asociación Ara OB1. 
      Las dos estrellas  más brillantes son estrellas gigantes muy calientes que, juntas, son la fuente principal de iluminación de la cercana nebulosa de emisión, llamada NGC 6188. 
      Una 'asociación estelar' es un gran grupo de estrellas, unidas por un lazo gravitatorio menos intenso que el de otro tipo de cúmulos, y que aún no se han separado por completo para quedar a la deriva. 
      La radiación ultravioleta y el intenso viento estelar de las estrellas de NGC 6193 "parecen estar desencadenando" el nacimiento de la próxima fuente de formación estelar en las nubes de gas y polvo circundantes, indicó la ESO. 
      A medida que los fragmentos de nubes colapsan, éstos se calientan y con el tiempo forman nuevas estrellas. 
      "La formación de estrellas es un proceso muy ineficiente, ya que sólo alrededor del 10 % del material contribuye al proceso y el resto se esparce por el espacio", detalló el organismo espacial en un informe que acompañó las fotografías. ESO es la principal organización astronómica intergubernamental de Europa y cuenta con el respaldo de dieciséis países.

      martes, 17 de marzo de 2015

      Descubren un gigantesco cráter de 200 km en la luna

      Un equipo de investigadores de la Universidad de Purdue (Indiana, EE.UU.) ha descubierto un gigantesco cráter de unos 200 km de diámetro en la cara de la Luna que se enfrenta a la Tierra. El nuevo cráter, uno de los más grandes de nuestro satélite natural y el primero semejante hallado en al menos un siglo, ha sido bautizado como Earhart en honor de la famosa aviadora estadounidense Amelia Earhart, que desapareció durante un vuelo alrededor del mundo en 1937.
      El hallazgo, según han explicado sus autores en la Conferencia de Ciencia Lunar y Planetaria (LCSP), que se celebra estos días en Texas (EE.UU.), se produjo durante el análisis de los resultados de la misión Gravity Recovery and Interior Laboratory (Grail) de la NASA, destinada en su día a elaborar un mapa de gravedad de nuestro satélite.
      Aunque parte del cráter es visible en la superficie de la Luna, la mayor parte está enterrada y solo puede ser vista a través de señales de gravedad detectadas por las naves gemelas Grail, hoy en día estrelladas contra la superficie lunar. "Este es uno de los mayores cráteres de la Luna, pero nadie sabía que estaba ahí", dice en un comunicado Jay Melosh, responsable de la investigación y profesor de Ciencias de la Tierra, Atmosféricas y Planetarias en Purdue.

      lunes, 16 de marzo de 2015

      ¿ y si nuestro genoma no fuera del todo humano?

      Si hablamos con propiedad, ninguno de nosotros es completamente humano. Por lo menos no en lo que se refiere al material genético que contienen nuestras células. En efecto, usted, yo, y todos los demás miembros de nuestra especie poseemos, que se sepa hasta ahora, 145 genes "externos", procedentes de bacterias, virus y otros microorganismos que han logrado "incrustar" parte de su material genético en nuestro genoma.
      Esa es, por lo menos, la conclusión de un nuevo estudio publicado en Genome Biology y que aporta, por ahora, las pruebas más convincentes de que a lo largo de nuestra historia evolutiva genes de otras formas de vida han conseguido llegar a formar parte de lo más íntimo de nuestras células

      Esa es, por lo menos, la conclusión de un nuevo estudio publicado en Genome Biology y que aporta, por ahora, las pruebas más convincentes de que a lo largo de nuestra historia evolutiva genes de otras formas de vida han conseguido llegar a formar parte de lo más íntimo de nuestras células.


      Los científicos sabían ya que la transferencia genética "horizontal", el intercambio de información genética entre organismos de forma diferente a la herencia, era algo común entre bacterias y otros eucariotas sencillos. El proceso permite compartir rápidamente juegos concretos de genes para, por ejemplo, hacerse resistente a los antibióticos. Pero no estaba claro que este tipo de transferencia horizontal pudiera darse también en organismos superiores, como los primates. Ahora Crisp apunta en su estudio que los animales, como las bacterias, pueden integrar en sus células material genético externo, que se introduce en forma de pequeños "paquetes" de ADN, o que llega hasta las células transportado por virus. Sin embargo, probar que determinados fragmentos de ADN humano proceden de otros organismos no resulta una tarea fácil.

      viernes, 13 de marzo de 2015

      Las auroras de la mayor luna de Júpiter sugieren que tiene un océano subterráneo

      Las auroras de la mayor luna de Júpiter sugieren que tiene un océano subterráneo.

      Las observaciones del telescopio espacial Hubble  han ofrecido pruebas de que en el subsuelo de Ganímedes, la mayor luna del planeta Júpiter, podría haber un océano salado.
      Ganímedes es la luna más grande de nuestro sistema solar y la única luna con su propio campo magnético. Este hecho produce auroras, que son una especie de cintas de gas brillante y caliente electrificado que se dan en las regiones que circundan los polos norte y sur de un planeta.
      Tras observar el balanceo de las dos auroras, los investigadores pudieron determinar que existe una gran cantidad de agua salada bajo la corteza  de Ganímedes.
      La NASA cree, además, que podría tener más agua que todo el conjunto de agua que tiene la Tierra, según revela en una nota. Y es que identificar agua es crucial en la búsqueda de mundos habitables, aparte de la Tierra y para buscar vida tal y como la conocemos.
      Fue un equipo de científicos dirigido por el profesor de la Universidad de Colonia (Alemania), Joachim Saur,el que pensó en usar el telescopio Hubble para obtener más información sobre el interior de esta luna de Júpiter
      Los científicos sospecharon por primera vez que podía haber un océano subterráneo en Ganímedes en la década de los 70, basándose en los modelos de la gran luna.
      En la actual investigación consideraron que si existiera un océano de agua salada, el campo magnético de Júpiter crearía un campo magnético secundario en el océano  que contrarrestaría el campo del planeta. Esta 'fricción magnética' eliminaría el balanceo de las auroras.
      El océano, así, combatiría el campo magnético de Júpiter con tal fuerza que reduciría el balanceo de las dos auroras a dos grados, en lugar de a los 6 grados en los que lo haría si el océano no existiera.
      Los científicos estiman que el océano podría tener un grosor de 100 km -10 veces más profundo que los océanos de la Tierra- y que estaría enterrado bajo una corteza, formada principalmente de hielo, de 150 kilómetros.
      Estas nuevas observaciones se han realizado con luz ultravioleta y solo pueden lograrse con un telescopio espacial como el Hubble, que está muy por encima de la atmósfera terrestre, la cual bloquea la luz más ultravioleta.

      jueves, 12 de marzo de 2015

      Hallan en Teruel el fósil de una nueva especie de tortuga de agua dulce

      Toremys cassiopeia es el nombre científico de una nueva especie de tortuga de agua dulce que han descubierto, a través de unos fósiles, paleontólogos de Teruel y del Grupo de Biología Evolutiva de la Facultad de Ciencias de la UNED. Sería la tortuga pleurosténida más moderna del registro mundial.
      El estudio, publicado en la revista Cretaceous Recearch por sus autores, ha sido posible tras la recuperación y preparación paleontológica de tres ejemplares fósiles de tortuga procedentes del yacimiento Mina Santa María de Ariño (Teruel), que explota la empresa minera Samca y en el que se han descubierto también nuevos dinosaurios, ha informado la Fundacion Dinópolis
      El yacimiento, descubierto en 2010 por paleontólogos de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, que ha destacado la importancia de la nueva tortuga porque permite completar el ecosistema de esta zona  de la Península Ibérica durante una parte el Cretáico inferior (hace entre 113 y 100,5 millones de años).

      miércoles, 11 de marzo de 2015

      Descubren un tesoro de raras galaxias en torno a la vía láctea

      Dos equipos de investigadores, en Estados Unidos y Gran Bretaña, han anunciado, de forma independiente, el hallazgo de todo un grupo de "galaxias enanas" o " satélite" en los alrededores de la Vía Láctea. Estas galaxias enanas, muy difíciles de ver, son cientos de miles de veces más pequeñas que la nuestra y podrían resolver, según los científicos, el problema de la materia oscura; y aclarar el proceso de formación de galaxias masivas como en la que todos nosotros vivimos.
      El anuncio fue hecho conjuntamente por un equipo de investigadores del Fermi National Accelerator Laboratory (Fermilab) y por otro de la Universidad de Cambridge. Ambos equipos se basaron en el análisis de los datos de la colaboración de Dark Energy Survey, que son públicos y pueden ser utilizados por cualquier científico.

      La importancia de las galaxias enanas radica en que, en muchas ocasiones, contienen más materia oscura que ordinaria. Como se recordará, la materia oscura no emite radiación y por lo tanto no puede ser detectada directamente por nuestros instrumentos. Su existencia, sin embargo, se deduce por los efectos gravitatorios que produce sobre la materia ordinaria, la que sí que podemos ver y de la que están hechas todas las estrellas y galaxias que conocemos. La materia oscura es cinco veces más abundante que la ordinaria.
      "La enorme cantidad de materia oscura que contienen las galaxias satélite de la Vía Láctea -explica Alex Drlica-Wagner, del Fermilab- hace que nuestros resultados sean igual de significativos para la Astronomía que para la Física". Las galaxias satélite son objetos relativamente pequeños que orbitan alrededor de galaxias más grandes, como nuestra Vía Láctea. Y se pueden encontrar algunas que contienen incluso menos de cien estrellas, lo que las hace muy difíciles de localizar. En comparación, la Vía Láctea contiene cientos de miles de millones de estrellas. Los objetos recién descubiertos son mil millones de veces menos brillantes que la Vía Láctea, y un millón de veces menos masivos. El más cercano a nosotros se encuentra a unos 100.000 años luz.

      domingo, 8 de marzo de 2015

      No es ruido, es un planeta habitable

      Se llama Gliese  581d  y orbita alrededor de la estrella del mismo nombre (sin la última letra), una enana roja situada a 20 años luz de la Tierra, junto a otros cinco mundos, algunos de ellos también muy interesantes. El planeta extrasolar fue descubierto en 2009 por investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres y la de Hertfordshire, quienes lo presentaron como la primera supertierra hallada en zona habitable, es decir, un mundo de un tamaño algo superior al nuestro que se encuentra a la distancia adecuada de su estrella como para contener agua líquida en su superficie, una condición indispensable para la existencia de vida tal y como la conocemos.

      El candidato a planeta fue descubierto usando un espectrómetro que mide la «oscilación», pequeños cambios en la longitud de onda de la luz emitida por una estrella, causados cuando un planeta orbita a su alrededor. Sin embargo, un informe publicado el pasado año en la revista Science desestimó la existencia de este planeta, considerando que lo que veían los astrónomos no era más que «actividad estelar disfrazada de planeta». A su juicio, el supuesto mundo era en realidad ruido en los datos causado por manchas estelares.
      Los «padres» del «d» no se han achantado, insisten en que su planeta existe y aseguran que las conclusiones de sus colegas han sido provocadas por un análisis inadecuado de los datos. La técnica estadística utilizada en la investigación de 2014 para dar cuenta de la actividad estelar es, según explican, «simplemente insuficiente» para identificar planetas pequeños como Gliese 581d
      A su entender, ese método ha funcionado en el pasado en la identificación de los planetas más grandes debido a que su efecto sobre la estrella era demasiado importante como para negar los errores en los resultados. Sin embargo, hace que sea casi imposible encontrar las señales de planetas más pequeños dentro del ruido provocado por la propia variabilidad estelar.